jueves, 29 de septiembre de 2011

Ciberactivistas crean un Internet alternativo por miedo a la represión



El proyecto Bizancio, en el que trabajan ya una serie de programadores, entraría en funcionamiento si los Gobiernos desconectan la Red de redes. 

Cientos de ciberactivistas celebrarán el próximo mes en Nueva York una cumbre que tiene como objetivos el consenso de proyectos, como la red de mall, y el contacto con potenciales proveedores de fondos, el reclutamiento de programadores, y la recopilación de ideas para la construcción de un Internet paralelo. La reunión muestra el creciente impulso del “libre movimiento de la Red”, que pretende hacer más difícil que políticos u organismos controlen Internet de manera indebida, como sucedió durante las últimas revueltas en Egipto.

Las redes sociales han demostrado su potencial como herramientas de organización durante los recientes levantamientos de Medio Oriente, en el que las páginas de Facebook amplificaron las protestas callejeras que derrotaron a las dictaduras. Sin embargo, esas mismas redes también muestran debilidades, tal y como se demostró en Egipto, cuando el Gobierno bloqueó Internet para silenciar las protestas del pueblo.

Este hecho ha llevado a numerosos estudiosos y activistas a considerar cada vez más el cableado de Internet como una frontera política en disputa, según recoge la revista The Chronicle.

En consecuencia, un fin de semana cada mes, un pequeño grupo de programadores informáticos se reúne ya en una residencia para construir un Internet casero llamado Proyecto Bizancio, que podría conectarse si algún Gobierno represivo bloqueara Internet.

Utilizando un método llamado de red en malla, este sistema se está creando como una red informal de conexión inalámbrica con usuarios con equipos cercanos, que a su vez transmiten señales. La red de malla puede activarse si alguno de los usuarios encuentra la manera de conectarse a un router desbloqueado. Los desarrolladores han probado recientemente una primera versión de su software en la Universidad George Washington (aunque sin la participación oficial de los funcionarios del campus).

El líder de la iniciativa, conocido con el alias de TheDoctor y que no ha querido dar su nombre por temor a que su supervisor se oponga al proyecto, teme que puedan ponerse en marcha medidas represivas para Internet en Estados Unidos.

Temor extendido

Él no es el único con tales temores. El próximo mes TheDoctor se unirá a cientos de de ciberactivistas y empresarios de Nueva York con ideas afines, en una conferencia bastante especial llamada Cumbre de contacto. Uno de los participantes en esta cumbre será Eben Moglen, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, que ha construido un dispositivo de encriptación, pensando en el caso reciente en el que varios políticos de Wisconsin intentaron acceder al email de un profesor. El objetivo de la cumbre no es sólo hablar de los proyectos, sino también contactar con potenciales proveedores de fondos, reclutar programadores, y recabar ideas acerca de la construcción de un Internet paralelo.

La reunión es una señal del creciente impulso de lo que se llama el “libre movimiento de la red”, y cuyos líderes están presionando para hacer más difícil que determinados políticos u organismos puedan ejercer un control o vigilancia indebida sobre la Red. Otra preocupación clave de este movimiento es que Internet no ha cumplido con su potencial social para conectar a las personas, y en su lugar se ha visto invadido por campañas de marketing y promociones por parte de las grandes corporaciones.

La principal idea del movimiento es que, a pesar de la aparente simpleza de los routers de Internet y las redes sociales, todo esto forma plataformas y sistemas con un poderoso alcance político. Y si a veces se trata a Mark Zuckerberg (de Facebook) o Steve Jobs (de Apple) como dioses, es porque en cierto sentido lo son, y sentados desde su particular Olimpo de los Dioses pueden mandar rayos digitales que generarán un gran impacto sobre todo el mundo.

En lugar de quejarse solamente, muchos de los que creen que se pueden construir alternativas que reduzcan el poder de estos dioses virtuales y dar más control a los simples mortales se reunirán el mes que viene en esta Cumbre de contacto.

Entre las propuestas alternativas se encuentra un Facebook que promete un mejor control de la privacidad, un dispositivo que automáticamente codifica el tráfico del correo electrónico para que sólo las personas autorizadas por el usuario puedan leer los correos, así como varias redes de malla que básicamente pueden darte acceso a Internet para llevar en la maleta y configurar un acceso sin restricciones.

Bazar 2.0

Uno de los organizadores de la Cumbre de contacto, Douglas Rushkoff, compara la fuerza tan intensa de Internet con los efectos de bazares en la Edad Media.

En su último libro, Program or Be Programmed (OR Books), Rush sostiene que los primeros bazares ayudaron a transformar la sociedad feudal, permitiendo que la información importante se intercambiara, y que el mismo efecto supuso la baja tecnología del peer-to-peer. “Todo el mundo hablaba con todo el mundo, y sobre todo tipo de cosas e ideas”, señala. “Todo este intercambio de información permitió a la gente mejorar, independizándose de los señores feudales”.

Internet ha creado un bazar 2.0, explica Rushkoff, acelerando el intercambio de información y dando a la gente el poder de organizarse de nuevas formas.

Aunque solamente por el momento. Rushkoff sostiene que las empresas y los gobiernos están ganando demasiado poder, de tal forma que podrían limitar la comunicación en el futuro. Facebook, por ejemplo, es un sistema centralizado que obliga a los usuarios a que todas las comunicaciones se transmitan a través de sus servidores y, señala, su objetivo principal es hacer dinero mediante el análisis de los datos sobre los usuarios para compartir posteriormente esta información con los anunciantes.

Para Rushkoff, Internet “no es una red que ofrece oportunidades a empresas y campañas de marketing, sino que es algo mucho más grande”.

Su idea es crear dos redes paralelas, una para bancos y gigantes del entretenimiento, y otra para la investigación académica, el discurso cívico y los artistas independientes. Esta segunda opción estaría a cargo de las universidades, si se quiere caminar en la dirección correcta.

Protección de la privacidad

Como se ha dicho, uno de los desarrolladores que irá a la cumbre será Eben Moglen, quien lidera un dispositivo llamado Freedom Box , y aunque no parece gran cosa, se trata de un aparato del tamaño de un libro de bolsillo que será capaz de ayudar a los usuarios de Internet a preservar su privacidad.

Es un servidor personal que automáticamente codifica los datos para evitar que personas no autorizadas los intercepten. La idea es crear una nube personal, un espacio de almacenamiento en línea para almacenar datos.

Moglen y su equipo de programadores están desarrollando el software bajo los auspicios de la Fundación Freedom Box, una organización sin ánimo de lucro, que planea liberarla bajo una licencia abierta.

En una entrevista, Moglen ha hecho hincapié en que los profesores deben enviar sus comunicaciones a través de su dispositivo. ¿La razón? “Dos palabras: William Cronon”.

El profesor Cronon, de la Universidad de Wisconsin en Madison, ha sido protagonista de un registro por parte de un grupo político. El Partido Republicano de Wisconsin pidió a la universidad que les enviaran un archivo de emails del profesor que contuvieran ciertas palabras clave. Esto sucedió después de que él escribiera una entrada en un blog hablando sobre cómo los grupos conservadores habían ayudado a crear una legislación muy controvertida.

A día de hoy hay muy pocas personas, la gran mayoría profesores e informáticos, que utilizan la encriptación para salvaguardar sus datos de amenazas externas. Es por ello que todos los caminos se dirigen a que estas nuevas redes alternativas estén disponibles para el usuario de a pie.

Como dice el activista Thedoctor, “con que un solo nodo del Proyecto Bizantino permita que una persona acceda a los cursos digitales del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), todo el proyecto habrá sido un éxito”.

Por Maricar García

Fuente:  Sarkasstiko

jueves, 8 de septiembre de 2011

Redes sociales: no culpar al mensajero

Egipto

Está creando un mal ejemplo para países como China, dicen activistas pro derechos humanos. La respuesta de Gran Bretaña a los incidentes del mes pasado –una propuesta de tomar medidas drásticas contra redes sociales y telecomunicaciones modernas- causó un rechazo generalizado. ¿Se trata de un ataque a la democracia? ¿Una medida desesperada por parte de un político acosado? ¿O es una respuesta razonable?

Cuando el primer ministro británico David Cameron se dirigió al Parlamento después de los disturbios del mes pasado culpó a Facebook, Twitter y RIM (el fabricante de Blackberry) por los contenidos en sus mensajes. Dijo que determinada gente debía ser expulsada de las redes sociales por sospecha de incitación a la violencia. Su llamado al cierre temporal de las comunicaciones fue inédito en Occidente.

Repensar la democracia

La prensa china, controlada por el Estado, estaba encantada, calificándola de una medida audaz y advirtiendo a los países en desarrollo ante una “adoración ciega por la democracia occidental”. El llamado a aquellos chinos que “abogan por un desarrollo ilimitado de internet” a que “se lo piensen dos veces” fue especialmente llamativo.

Por supuesto que Cameron no estaba esperando la aprobación de China. ¿Tomar medidas drásticas contra las redes sociales? ¿Las mismas herramientas que permitieron al pueblo egipcio librarse de Mubarak?

Las críticas a Cameron fueron fuertes en Holanda, el primer país que les aseguró por ley a los usuarios el acceso a internet. “Primero que nada, cerrando las redes de comunicación no evita el descontento social”, argumenta Ot van Daalen, activista por los derechos de internet de Bits of Freedom.

Según Van Daalen, si se observa el levantamiento en Egipto o los disturbios raciales en Los Ángeles después del juicio en el que los policías que propinaron una brutal golpiza a Rodney King en 1992 fueron absueltos, ambos hechos fueron tan graves como los ocurridos en el Reino Unido la pasada semana. Cuando golpearon a Rodney King no existía internet todavía, y en Egipto internet fue clausurado pero los incidentes continuaron. Es decir, no hay una conexión directa.

Van Daalen considera que las autoridades deberían tomar medidas que no afectaran a los ciudadanos respetuosos de la ley, y dejar intactas la privacidad y la libertad de información. ¿Un buen ejemplo? “Monitorear los mensajes de Twitter o controlar el tráfico por internet, por orden judicial, en el caso de sospechosos criminales, pero no cortar toda la red.”

Discusión realista

El político socialdemócrata holandés Diederik Samson, no está de acuerdo con los activistas. Contrariamente a la opinión de su propio partido, Samson publicó un “tweet” ampliamente difundido apoyando el cierre local de Ping, el servicio de mensajes gratuito de Blackberry, durante los disturbios callejeros. Internet ahora ha crecido, argumentó, de modo que ya es hora de llevar a cabo una discusión realista sobre orden público y seguridad.

Llamados como éste causaron sorpresa a expertos de seguridad. No porque contravinieran derechos civiles sino porque revelan una gran ignorancia sobre la tecnología. El mensajero de Blackberry, supuestamente el método favorito de los revoltosos para enviar mensajes en clave, es en realidad muy fácil de detectar, dice el investigador de seguridad Ross Anderson de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. En otras palabras, no hay necesidad de prohibirlo.

Medidas irrelevantes

Entonces ¿por qué Cameron y Samson culpan al mensajero? Según Anderson, “los políticos de todo el mundo sienten la necesidad de aparecer como haciendo algo” tomando iniciativas que son “poco prácticas e irrelevantes y que serán olvidadas al día siguiente”.

Compara el accionar del primer ministro británico con el de la rechazada ley francesa anti piratería de internet que permite a las autoridades prohibir el uso de internet a personas que bajen programas ilegalmente. Es parte de un creciente desprecio por los derechos judiciales en Europa Occidental, dice Anderson.

“Varios países de Europa Occidental tienen una historia lamentable. Francia con su ley anti piratería y Dinamarca con su propuesta para una realmente vigorosa censura de internet, se están poniendo del lado de China con su actitud. Y Gran Bretaña está dando muestras de querer unirse a los franceses, los daneses, los chinos y los iraníes.”

Según Anderson, EE.UU. se destaca como defensor del derecho que otorga la Constitución a la libertad de expresión. Sin embargo, su comparación entre las medidas europeas y las políticas chinas es enérgicamente rechazada por Courtney Radsch, de la Freedom House, una instancia contralora pro democracia que opera en Washington.

“En Gran Bretaña están discutiendo acerca del derecho a cerrar determinadas redes sociales específicas, pero lo hacen dentro de un contexto democrático donde la gente puede expresar sus opiniones acerca de si el gobierno tiene o no la autoridad para hacerlo. Ahí es donde radica la diferencia fundamental con países como China, Birmania o Cuba, donde se aplican fuertes restricciones a la libertad de expresión y la tecnología de información.”

Radsch puntualiza que lo que se ha venido discutiendo en Londres, son medidas específicas y temporales para enfrentar una amenaza inminente de violencia. Y eso, dice, está muy lejos de ser Egipto durante el levantamiento en la Plaza Tahir, cuando toda la red de comunicaciones de la nación fue cortada.


Por Robert Chesal

Fuente: RNW 

miércoles, 24 de agosto de 2011

Protestas en las redes sociales, un poder que inquieta a gobiernos

Protestas en Turquía contra la censura de Internet, en mayo pasado.
 
Han demostrado ser el medio más efectivo para congregar masas. Su uso se ha propagado en el mundo y se han convertido en herramientas revolucionarias de organizaciones que han logrado tambalear las estructuras de regímenes dictatoriales en Medio Oriente o poner en aprietos a gobiernos de occidente que ahora las ven como una amenaza y ya buscan la forma de censurarlo.

Se trata de las redes sociales Facebook y Twitter, entre otras, nombres que se han vuelto comunes sobre todo entre los jóvenes, por ello el premio Nobel de Química Ahmed Hassan Zewail se refirió a ellos como “los hijos de Facebook”.

En el hecho más reciente, hace dos semanas, miles de jóvenes se contactaron a través de las redes sociales para concentrarse en diversas ciudades del Reino Unido, donde protagonizaron disturbios en una protesta por la muerte de un joven a manos de la policía, que además sacó a la luz problemas sociales de desempleo y pobreza de los habitantes. El hecho se saldó con más de 2.000 detenidos y millonarias pérdidas.

Su poder de convocatoria preocupó tanto al gobierno británico que planteó medidas para bloquear ese servicio.

El descontento social, el desempleo, la pobreza, la exclusión o gobiernos represivos son los motivos que han llevado a las masivas convocatorias a través de internet.

“Así es como le decimos al mundo lo que está pasando”, respondieron jóvenes tunecinos en las revueltas en enero pasado al periodista Peter Beaumont del diario The Guardian. Ellos escribían y colgaban fotos de ellos mismos en Facebook, imágenes de la revolución disponibles para todo el mundo.

“Es innegable la participación de los jóvenes como actores centrales de las protestas, quienes han hecho de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación parte importante de sus movilizaciones”, publicó el sitio web myspace.com que hizo un estudio sobre las protestas en las redes sociales.

La influencia de estas plataformas en las protestas se dio con fuerza a inicios de este año cuando las revoluciones en Medio Oriente ocurrieron como un efecto dominó que comenzó en Túnez, pasó por Egipto y avanzó hacia otros países.

En Túnez los problemas de desempleo y pobreza dieron origen a las revueltas. El caso de un joven que se autoinmoló a fines del 2010, luego de que la policía le confiscara las frutas que vendía de forma ilegal, causó conmoción y desencadenó reacciones que se propagaron en las redes sociales. A las primeras manifestaciones masivas le siguieron brutales represiones de las fuerzas policiales, documentadas y narradas en tiempo real en videos e imágenes reproducidas y diseminadas a través de Facebook, Twitter y YouTube.

Las protestas que dejaron más de 60 muertos culminaron con la salida del dictador Zine Al Abidine Ben Ali, en el poder por más de 20 años.

Inspirados en Túnez, las manifestaciones contagiaron a Argelia y Egipto, donde la revolución saltó de las redes sociales a las calles, que terminó con el gobierno dictatorial de Hosni Mubarak. Aquí las protestas tuvieron origen en la muerte del joven bloguero Khaled Said, en junio del 2010, a manos de la Policía secreta. Convocatorias en Facebook concentraron a cientos de miles de personas.

Estas movilizaciones se extendieron a otro países árabes: Jordania, Libia, Irán, Siria, Barein, Marruecos, Irak, Omán y Yemen e Israel, donde hace dos semanas, más de 300 mil personas convocadas a través de internet se manifestaron contra el gobierno. Mientras en Dubai, la Policía permanece vigilante ante los intentos de organizar protestas y huelgas, a través de Twitter y Facebook.

El éxito de las masivas convocatorias a través de internet saltaron a Occidente, siendo uno de los casos más destacados el de España. Movidos por la situación política, social y económica del país, una ola de citas se fueron integrando desde Facebook, Twitter y páginas web, que dieron origen a extensas concentraciones.

Más de 200 páginas en Facebook llegaron a registrar un número de seguidores superior a los 200.000 usuarios y una intensa actividad en Twitter, con más de 500 mensajes por hora en el tiempo crucial del 15 de mayo, donde surgió el llamado movimiento 15M, según Vipnet360, consultora especializada en social media.

Los desalojos de la policía solo motivaron que las protestas se hicieran más fuertes y con más adeptos.

De España, las protestas se riegan al resto del continente en Reino Unido, Bélgica, Italia y Portugal, entre otros países.

Desde América, el fenómeno del poder de las protestas en las redes sociales ya preocupa a autoridades en Estados Unidos. En la ciudad de Los Ángeles, la policía acusó a un rapero por un tuit que generó un inmanejable aluvión de llamadas a sus números de emergencia y el metro de San Francisco cortó la señal de los celulares para evitar que se propagara una protesta que estaba organizándose a través de las redes sociales.

La semana pasada, el escritor mexicano Carlos Fuentes pidió a los países de América Latina “poner atención, rápido, a los motivos de descontento” que existen en cada una de esas naciones ante la posibilidad de que se repitieran los disturbios de Reino Unido.

Fuentes puso como ejemplo el caso del movimiento estudiantil en Chile, país con el más alto ingreso per cápita, que no logra solucionar el tema educativo. Considera que la violencia desatada en Reino Unido es consecuencia de la existencia de “dos naciones” representadas una por una clase privilegiada, y otra, por gente con cada vez menos oportunidades.

Lo que teme Fuentes ya comienza a cobrar fuerza. Desde el jueves pasado, en Río de Janeiro, un grupo de brasileños está organizando, a través de las redes sociales, una gran manifestación contra la corrupción en Brasil, después de una serie de escándalos en varios ministerios del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

A organismos como Reporteros Sin Fronteras le preocupa la reacción de los gobiernos y advierte “a las autoridades británicas contra toda medida destinada a cerrar o restringir de manera drástica la utilización de las redes sociales”.

Las redes “han ayudado” a generar una idea de un movimiento que crece, se fortalece, avivando minuto a minuto y en tiempo real los ánimos de protestas. ¿Hubieran ocurrido estas revueltas en Medio Oriente u Occidente, sin las protestas en las redes sociales?, cuestiona el estudio de myspace.com.

Fuente: Universo

lunes, 8 de agosto de 2011

"En Internet la censura tradicional no funciona"


Entrevista a Eric Samson. Coordinador de Periodismo Multimedios

¿Por qué está aquí?

Su experiencia. Francés, 30 años como periodista, Máster en periodismo digital y coordinador de multimedios.

Su punto de vista. Es inviable que un medio verifique la originalidad de un comentario en Internet.

En comparación a otros países, ¿cómo mira en Ecuador la posibilidad de utilizar Internet para generar opinión y debate público?

Ecuador tiene una posición favorable. Reporteros Sin Fronteras publicó en marzo del 2011 el mapa de los países depredadores de Internet. Se trata de naciones como China, Irán, Cuba, Vietnam, Egipto o Uzbekistán, en donde existe un control estricto a los contenidos dentro de la red.

¿De qué forma se instalan estos controles?

La manera más drástica de hacerlo es cerrar la red, esto ocurrió durante las denominadas revoluciones de Facebook y Twitter, cuando en Egipto, el régimen de Mubarak cerró el acceso a Internet durante varios días.

Eso sucedió durante un momento político crítico.

Claro, habían manifestaciones fuertes exigiendo la salida del Régimen, e Internet fue utilizado para difundir ese mensaje

En situaciones políticas tensas, estos nuevos espacios sirven para el activismo y generan crítica ciudadana.

El 2010 vio la consagración de las redes sociales y del papel de la Internet como instrumento de movilización y de difusión de la información. Las redes facilitan la creación de nuevos espacios de debate, que se autorregulan y controlan.

Pero hay gobiernos a los cuales esto no les conviene.

Ahora los gobierno más autoritarios utilizan métodos más suaves para evitar este debate. Por ejemplo, en Irán se baja la velocidad de banda ancha y de este modo la conexión se vuelve lenta.

¿Este deseo de controlar la red se da solo en países con regímenes totalitarios?

No es solamente un problema de países con regímenes dictatoriales, en países como Francia, Italia, Chile, en nombre de la lucha contra la pedofilia y derechos de autor, hay leyes que proponen regular su uso.

Pero es otro enfoque sobre el control de contenidos.

Los Estados tienen la obligación de promover el acceso de Internet a la población y no se puede justificar la interrupción de ese servicio. Si se limita ese acceso, sería para proteger a los ciudadanos de algún mal social.

En el último borrador de la ley de medios, se propuso un proyecto para regular los contenidos y comentarios dentro de la ‘plataforma digital’. ¿Es lo adecuado?

Las Naciones Unidas dicen que los intermediarios de servicios de Internet no deberán ser responsables por los contenidos generados por terceros y tampoco se les debe exigir controlar los contenidos de los usuarios. Sin embargo, los medios, en ningún tipo de plataforma, podrían publicar mensajes que atenten contra menores o llamen a la violencia o racismo.

Pero en una plataforma digital las personas tiene libre acceso y todos deben ser tomados en cuenta.

Los mensajes ofensivos son autorregulados o denunciados por los mismos usuarios. Todos los periódicos regulan en sus páginas web los comentarios.

¿Si hay una regulación del texto desde el lector, la propuesta del legislador Mauro Andino estaba demás?

En ese punto la propuesta no se justifica, los medios solicitan, antes de dejar un mensaje, la dirección de correo y datos de referencia. Pero pedir más a un medio es técnicamente imposible.

¿Solo que envíe la cédula de ciudadanía escaneada...?

Llegar a esos extremos es ridículo. Un medio solicita la información, pero verificarla es complicado e irrealista.

¿Se estaría también atentando contra la posibilidad de guardar anonimato, por el temor a las represalias?

En los regímenes donde hay dictaduras, el anonimato es una fuente de protección para que la gente pueda ejercer algo de la libertad de expresión. En el país, la situación de la Justicia genera un temor legítimo y la gente tiene el derecho al anonimato.

¿Cuáles serían los riesgos para un gobierno?

En Internet los mecanismos tradicionales de censura no funcionan. Por eso, los regímenes temen esta nueva plataforma.

Fuente: El Comercio

miércoles, 27 de julio de 2011

La paradoja de Internet como derecho fundamental

Acceso de Internet para todos, un Derecho Humano fundamental.

Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

A día de hoy ningún ciudadano que viva en un país democrático interpretaría estas palabras como revolucionarias: “Internet es el recurso de apertura más poderoso jamás creado. Los gobernantes deben ver Internet como una infraestructura básica, al igual que las carreteras o el agua. Hemos entrado en la sociedad del conocimiento y cada ciudadano debe tener derecho a participar". Estas declaraciones realizadas hace más de un año a la BBC pertenecen a Hamadoun Toure, secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la agencia de Naciones Unidas dedicada a las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones.

Hace también cosa de un año la BBC publicó los datos de una ingente encuesta realizada a más de 27.000 personas alrededor de 26 países. En ella, tal y como muestra la imagen adjunta, sobresalía un dato por encima de todos los demás: 4 de cada 5 encuestados cree que el Acceso a Internet es un Derecho Fundamental.

El mes pasado varias webs de referencia destacaron que la ONU había reconocido a Internet como un Derecho Fundamental. Lamentablemente y a pesar del amplio eco de la noticia, no se trató de una declaración de las Naciones Unidas, sino de una simple recomendación de Frank Larue, relator especial de la ONU sobre la libertad de expresión. Un pequeño paso lejos de los amplios titulares, ya olvidados, que se lanzaron al vuelo. 
 
Con todo son pocos los países que han apostado decididamente por declarar Internet como un Derecho Fundamental a través de sus legislaciones nacionales, más bien testimoniales, entre los que podemos contar a Finlandia, Estonia e Islandia. En España, si bien la tasa de penetración de Internet en los hogares ha superado el 59%, seguimos sin reconocer este derecho, a pesar de las múltiples declaraciones y manifiestos que lo apoyan.

Como se puede observar, esto no hace más que dejar clara una creciente paradoja: mientras los ciudadanos de todos los países tenemos claro que Internet es y debe ser reconocido como un Derecho Fundamental, los estados soberanos siguen tratando no solo de evitar su reconocimiento, sino de controlar su acceso (más flagrante aún en países bajo dictaduras de hecho o de derecho) lo que continúa aumentando la brecha digital.

Respecto al aumento de dicha brecha, en una reciente conferencia de Tim Berners Lee, uno de los creadores de la web, realizaba la siguiente comparación: “Es posible vivir sin la Web. No es posible vivir sin agua. Pero si tienes agua, entonces la diferencia entre alguien que está conectado a la Web y es parte de la sociedad de la información, y alguien que no, se está haciendo más y más grande […]”

Pero no solo las encuestas, también los recientes acontecimientos en los países árabes así como el propio 15M español dejan claro que el acceso a la web (no solamente a Internet, sino a al conocimiento) es un derecho inviolable, particularmente en momentos de protesta o de desobediencia civil.

Para concluir conviene aquí recordar, como ya lo hiciera en 2004 Carlos Sánchez Almeida, en su magnífico República Internet, el fallo de la Corte del Distrito Este de Pensilvania, en el caso entre la American Civil Liberties Union versus Janet Reno, Fiscal General de los Estados Unidos:

Dejando aparte las siglas y el argot que han sembrado la vista, Internet puede muy bien ser descrita como una conversación universal sin fin. El Gobierno no puede, a través de la Ley de Decencia en las Telecomunicaciones, interrumpir esa conversación. Como la forma participativa de expresión de masas más desarrollada jamás conocida, Internet merece la más estricta protección frente a la intrusión gubernamental. Es cierto que muchos encuentran algunas de las expresiones o manifestaciones en Internet ofensivas y es cierto, también, que, en medio del estruendo del ciberespacio, muchos oyen voces que consideran indecentes. La ausencia de regulación gubernativa de los contenidos de Internet ha producido, incuestionablemente, una especie de caos, pero, como uno de los expertos propuestos por los demandantes indicó en el curso de la vista, lo que ha hecho de Internet un éxito es el caos que representa. La fuerza de Internet es ese caos. Como sea que la fuerza de Internet es el caos, la fuerza de nuestra libertad depende del caos y de la cacofonía de la expresión sin trabas que protege la Primera Enmienda. Por estas razones, sin dudarlo, considero que la Ley de Decencia en las Comunicaciones es «prima facie» inconstitucional y concedo las medidas cautelares solicitadas.

Por Ricardo Tavío Gallo

Fuente: Reeditor

jueves, 30 de junio de 2011

El poder en manos del activismo ciudadano


Los iraníes utilizaron los sitios de las redes sociales para informar sobre la represión de las protestas callejeras.

Aunque hay quienes piensan que es incorrecto utilizar el término "periodismo ciudadano", el fenómeno está transformando la relación entre los medios y sus audiencias, además de causar un rotundo cambio al interior de la industria comunicacional: la existencia de herramientas tecnológicas accesibles, hace que cada vez más personas tengan la capacidad de colgar en la red informaciones, dándole un vuelco a los paradigmas tradicionales del periodismo. Ahora, el 6to poder, es el de la gente.

El periodismo cambió. O mejor, está en proceso de vertiginosa transformación. Ello, desde que la tecnología puso en manos de los ciudadanos herramientas para informar e informarse, sin depender de los grandes medios de comunicación social.

El paradigma de la comunicación, en el que un modelo vertical de comunicar (emisor - mensaje - audiencia) otorgaba todo el poder a los medios, cambió a uno de mayor horizontalidad, por lo que hoy deben incluirse términos como bidireccionalidad, interacción y retroalimentación en la dinámica de la comunicación.

Sin embargo, para Oscar Espiritusanto, periodista español fundador de Periodismociudadano.com, no existe rivalidad entre los llamados periodistas ciudadanos y los formales. "Pienso, utilizando un término del famoso cocinero español Ferrán Adriá, que hay que "deconstruir" la profesión periodística, y empezar a ver qué funciones tienen que hacer los medios de comunicación social, y cómo se debe establecer un verdadero diálogo con las audiencias".

Y es que no sólo cambió la dinámica, sino el resultado: de escasez de información y dependencia de las grandes agencias, hoy hay una inundación de noticias. "Este exceso hace que hoy los periodistas tengamos que hacer de filtro" explica Espiritusanto, tras comentar que la jerarquización tradicional de la noticia, no es infalible. "Sabemos por estadísticas que mucha gente no entra por la portada sino por la puerta trasera. Y hoy, lo que el periodista jerarquiza es ignorado por la gente, como se puede ver en portales como menéame (www.meneame.net), donde los usuarios jerarquizan con sus criterios. Así, esa multitud inteligente decide qué es lo importante".
Sin embargo, aunque pareciera que el periodista pierde protagonismo para ganarla el ciudadano, para el experto en el tema es el mejor momento de la profesión. "Son tiempos de recoger información, ponerla en contexto y crear formas de comunicación con la gente".

No es periodismo

Luis Carlos Díaz, periodista, coordinador de redes sociales del Centro Gumilla y bloguero, no cree que el periodismo ciudadano, tal como se conoce, sea realmente periodismo. Fernando Nuñez Noda, director de Infociudadano.com comparte su criterio. Y es que los ciudadanos no utilizan la técnica periodística al elaborar sus notas: no corroboran, mezclan la información con opinión o les faltan datos.

"Ya en los años 90 se presentó el debate de que las agendas de los periodistas volvieran a enfocarse en las necesidades ciudadanas. Ahora, el proceso de adopción de nuevas tecnologías, le da la facilidad a la gente de colgar y producir contenidos en la red" explica Díaz, quien dice que el fenómeno ocurre a nivel masivo en todo el mundo, afirma que prefiere llamarlo "infociudadanía" (que es la posibilidad de informar e informarse, así como de consumir de manera gratuita y en abundancia, información). "Es más bien una situación que permite que las personas se aglutinen, se organicen y accionen. Pero por más interesante que sea, no es periodismo. La gente coloca insumos a los que un periodista puede darles orden y construir con ello un articulo".

El fin de la primicia

El cambio para la profesión es obvio. "Ya no se puede hablar de tubazos. La inmediatez está en manos de la gente. La función del periodista es poner orden en este desconcierto" dice Díaz, y Nuñez Noda aclara que los ciudadanos reaccionan, sobre todo, en grandes eventos noticiosos, "en esos momentos son tremendamente útiles sus aportes, pues están en todas partes", dice.

El reto, coinciden en todos los foros sobre el tema, es cómo dialogar con estas audiencias, ahora autónomas y con conciencia de su poder, para que medios y usuarios, puedan favorecerse con información de calidad.

Para Espiritusanto hay que dar la mayor libertad posible, tal como hace CNN en su portal, permitiendo -al estilo de Youtube- que la gente cuelgue el contenido que desee, sin censura previa. Díaz afirma que muchos medios matan la espontaneidad ciudadana al apropiarse de los contenidos que se envían. "La llegada de herramientas como Twitter le permite a la gente tener voz propia y construir su propia reputación". Sin embargo, sigue prevaleciendo el precepto de confirmar antes de publicar.

En Venezuela no es tan pujante el periodismo ciudadano, y según el análisis de Díaz, la explicación se encuentra en que la coyuntura política obliga a que lo local pierda valor. "Todo lo que nos afecta a los venezolanos está signado por los centros de poder. No importa si estas en Charallave o en Petare. La gente termina siendo parte del debate nacional de la polarización por lo que pierde fuerza lo local".

Por: ALIANA GONZÁLEZ

Fuente: El Universal

martes, 7 de junio de 2011

Cuba: Dictadura vs Internet



Una de las más rampantes carencias que afecta a la Cuba de hoy es la de una verdadera prensa. Sujeta durante decenios a respaldar sin cuestionamientos el poder del régimen, entrenada en la tergiversación de los acontecimientos y subordinada incondicionalmente a la ideología “Castro”, el periodismo oficial en la Isla ha devenido una de las profesiones más desprestigiadas del país. Como resultado de tanto servilismo insustancial, sumado a la absoluta propiedad gubernamental sobre todos los medios de difusión masiva, que elimina el debate de opiniones y la contrastación de informaciones­, a la vez que suprime o limita al mínimo el acceso a fuentes alternativas de información, el periodismo de la Isla perdió el brillo y la salud que llegó a ostentar en los años de la República, cuando decenas de publicaciones periódicas daban fe del amplio espectro de tendencias, opiniones y pensamiento activo de toda la sociedad.

No caben dudas de que los regímenes totalitarios dependen justamente de esos controles. Nada tan lesivo a los gobiernos dictatoriales como el libre flujo de la información y de los análisis críticos de opinión de diversos sectores sociales. La libertad de prensa es, con mucho, el principal enemigo de los censores del pensamiento.

Los tiempos actuales, sin embargo, se la están poniendo difícil a las dictaduras; las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones constituyen un reto superior para las obsolescencias políticas, por lo que el régimen cubano se apresta a presentar batalla en el monopolio de la información. Ya la experiencia ha demostrado que encarcelar periodistas independientes resulta no solo inocuo para sus fines de censura, sino que –además– trae consigo un costo político elevadísimo, sobre todo para un gobierno cuyo capital moral hace años se encuentra en números rojos. Así pues, al poder omnímodo le resulta imprescindible afinar las estrategias de control en el uso de esas tecnologías (la brecha por la que se filtran cada vez mayores espacios de opinión y debates), y crear una base jurídica que coarte más aún el uso de la Internet y cree nuevas figuras delictivas contra aquellos que “trasgredan” las normas oficiales.

Aunque el gobierno anunció que el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba centrará su atención en los temas meramente económicos, no sería de extrañar que entre los subproductos que se generen de la máxima reunión del partido gobernante surja alguna legislación que prohíba el uso “no oficial” o “no autorizado” de la Internet, con los correspondientes castigos ejemplarizantes para los periodistas independientes, blogueros y otros grupos cívicos, que han venido incrementándose en la Isla en los últimos años hasta tal punto que los propios medios oficiales han dedicado programas especiales para combatirlos. Tampoco habría que desdeñar la posibilidad de que las autoridades cubanas declaren legalmente “enemigos de Cuba” a todos aquellos que de alguna manera faciliten el acceso de ciudadanos cubanos a la red de redes. Todo es posible en un país donde, dictadura y libertades, son mutuos adversarios que agonizan juntos.

Miriam Celaya González

Fuente: The Americano

miércoles, 25 de mayo de 2011

Internet y la posibilidad de una nueva política


Pocos cambios culturales afectan tanto a la política como la evolución de los sistemas de comunicación. La escritura estimuló la aparición de los primeros Estados dignos de tal nombre, y de los primeros experimentos democráticos. La imprenta modificó en profundidad la vida pública al multiplicar la emisión y recepción de textos, permitiendo la aparición de la prensa como un agente público de primer orden. Los medios eléctricos y electrónicos (del telégrafo y la radio a la tv y el vídeo) hicieron posible el acceso masivo a la información (y a su manipulación) incluso en sociedades poco alfabetizadas, un paso fundamental hacia la integración del mundo en una civilización global, proceso que sigue su curso. A la luz de esta serie histórica es obvio que internet y sus novedades también deben tener repercusiones políticas, la última muestra de las cuáles son las rebeliones democráticas de algunos países árabes (mientras que las de Polonia, RDA o Checoslovaquia fueron las últimas rebeliones políticas vinculadas a la radio y televisión). Esto ya es obvio, así que la pregunta interesante es si internet tiene propiedades comunicacionales con impacto político, y cuáles son esas. Propondré algunas.

Lo primero que debemos entender es que las propiedades políticas de internet no son una consecuencia de la tecnología como tal, sino de los nuevos hábitos comunicacionales que alienta. Aunque la tecnología sea idéntica no es lo mismo -¡en absoluto!- usar Facebook o la web para colgar fotos de vacaciones o leer las ediciones digitales de la prensa tradicional que para convocar manifestaciones contra una dictadura o escribir un blog político (en el sentido amplio del término). Considerar que todos los usuarios de internet –los internautas- son por el mero hecho de serlo la encarnación de un nuevo tipo de ciudadanía con una nueva conciencia global es una tontería narcisista (que para algunos exime de cualquier esfuerzo de verdadera educación política, científica y filosófica). Lo que hace internet, de un modo que no permitían los medios anteriores, es dar cauces de expresión y redes de comunicación muy eficaces y muy rápidas a ideas políticas que de otro modo apenas podrían hacerse oír. En este sentido, internet ha cambiado las reglas del famoso modelo socio-político de “voz y salida”: antes de internet los descontentos con una dictadura no tenían otra salida, si carecían de voz tradicional, que el exilio o el pataleo privado. Lo que internet aporta es la posibilidad de constituirse como una voz potente en las nuevas redes sociales sin que el gobierno pueda siempre erradicarlo pese a la infinidad de trabas que puede acumular. Incluso se puede ver obligado a tolerar el fenómeno, como prueba el caso de Yoani Sánchez o los blogueros chinos.

Lo segundo a resaltar es que internet ha cambiado de modo drástico dos importantes rasgos estructurales de los antiguos mass-media: la demora temporal de la retroalimentación, y la desigualdad entre emisores activos de información y receptores de la misma (entre periodistas y consumidores de su trabajo, para entendernos).

En la era pre-internet había un lapso de tiempo inevitable entre el acontecimiento y su difusión –que sólo radio y tv habían superado en determinados momentos-, y sobre todo entre su recepción y la reacción que podía motivar (el feed-back o retroalimentación). Internet ha suprimido ambas demoras al permitir la difusión de una información en el momento mismo de suceder y activar una conversación instantánea sobre el significado de la misma que incluye reacciones prácticas. Acabamos de ver ejemplos impresionantes de lo que esto significa en las rebeliones árabes y en el gran terremoto de Japón. Esta instantaneidad no sólo afecta a los medios tradicionales, incapaz de competir con la instantaneidad de internet y su enorme multiplicidad de voces y testimonios, sino que tiene efectos políticos al poner a los gobiernos ante fenómenos sin precedentes, como la información incesante e instantánea que incluye citas para manifestaciones, boicots, protestas y acciones similares convocadas a través de internet. El cambio del feed-back sería poco importante sin la añadidura de la supresión práctica de la distinción de los roles de informador y consumidor pasivo o de reacción diferida. Internet permite que cualquiera pueda escribir un blog, editar su propia web y participar en redes sociales, haciendo reversibles y simultáneos los papeles de emisor y receptor, convirtiendo la comunicación diferida de los mass media en una gigantesca conversación. Aunque algunos periodistas han desdeñado este fenómeno todo el tiempo que han podido, el desembarco de muchos de los más famosos en Twitter, y la conversión de los acontecimientos de las redes sociales en noticias destacadas (si bien sometidas a los filtros habituales) de los periódicos, confirma que la evidencia ha terminado por imponerse: Mahoma va a la montaña tras porfiar en que todo era tan plano como la página extendida de un periódico.

Ahora bien, la inmediatez de internet y la universalización de la información que permite no hace de la red una fuente prístina de verdades sin manipulación y de sinceras expresiones de legítimos intereses. De ninguna manera: internet no sólo permite engañar, manipular y abusar tanto como los medios tradicionales, sino que ofrece sus propios riesgos de perversión comunicacional y, por tanto, política. La creencia en que una noticia de autor anónimo en una red social siempre será más veraz que una ofrecida por un medio, un personaje conocido o un político, es un aviso de que la siempre delgada línea que separa rumor de noticia y versión de perversión ha adelgazado todavía más en internet. Como cualquier herramienta o instrumento, internet puede servir para cualquier uso que permitan sus propiedades, pero en sí mismo es amoral, apolítico e indiferente a valores de cualquier tipo. Quienes tienen puestas sus esperanzas en que internet alumbre por sí misma una nueva ciudadanía virtuosa y políticamente altruista, contrapuesta a la política degenerada de los profesionales, están tan acertados como quienes hubieran defendido que para educar sirve cualquier libro, se trate de Aristóteles o de una guía de teléfonos. Internet es un medio de comunicación revolucionario, pero como todos los medios es un instrumento ciego al servicio de un fin que le es ajeno.

Es cierto que algunas características de internet hacen más difícil el engaño, la manipulación o la simple mentira. Al ser muchísimos más numerosos los agentes activos en el proceso de comunicación, pues cada usuario es potencialmente un informador y analista activo, es más difícil, o imposible, conseguir el monopolio informativo típico de las dictaduras, como han confesado paladinamente Irán, China o Cuba al intervenir los correos electrónicos, censurar internet y restringir su uso libre. Pero la lucha por la neutralidad de la red pone de relieve que el peligro en los países democráticos no son tanto los denostados partidos y gobiernos como los grandes oligopolios informativos –asociados a los anteriores por tupidas redes de intereses comunes- que se niegan a considerar internet como el espacio de igualdad y libertad informativa que técnicamente puede ser… si hay voluntad política para que lo sea. Lo que de paso nos remite al hecho capital de que internet influye sobre la política y puede cambiarla, pero también ésta es fundamental para conseguir que no se malogren las mejores oportunidades de la red y ésta no sea colonizada y dominada por los mismos intereses que han convertido los medios de comunicación tradicionales en instrumentos al servicio no de la información veraz, sino del rumor, la profecía autocumpliente y la noticia manipulada.

En definitiva, comprender, proteger y potencias las propiedades políticas de internet –igualitarias y liberadoras en varios aspectos- parece exigir dos cosas: la primera, reconocer la instrumentalidad de internet y la supeditación de su calidad a la calidad del proyecto político; la segunda, que la política tiene poderosos instrumentos para desvirtuar las propiedades más igualitarias y liberadoras de internet, convirtiéndolo en otro campo de juego dominado por oligopolios viejos como la escritura misma, pero que por eso mismo el futuro de internet depende de la política casi tanto o más que esta de internet, como la Ley Sinde y otras decisiones políticas han venido a recordarnos.

Por Carlos Martínez Gorriarán

miércoles, 4 de mayo de 2011

Los "opresores online" muestran la otra cara de Internet


Internet y sus redes sociales no sólo se han convertido en un foro para la libertad de prensa y los emergentes movimientos democráticos en el mundo, sino también en un campo de batalla en el que luchan los gobiernos más represivos.


Así lo señala un informe divulgado en vísperas del Día de la Libertad de Prensa, por el Comité para proteger a los periodistas (CPJ), con sede en Estados Unidos.

Desde los bloqueros que airearon a través de mensajes de texto el malestar popular contra los gobiernos de Túnez y Egipto hasta los disidentes que luchan por los derechos humanos en China, todos se han servido de la red. Pero los gobiernos represivos han aprendido a usar las mismas tácticas para bloquear, inutilizar o destruir los mensajes políticos y sociales de los oprimidos.

"Muchas de las tácticas de los opresores revelan una creciente sofisticación, desde el servicio de correo electrónico apoyado por el Estado chino y diseñado para acceder a las computadoras de los periodistas a los ciberataques contra páginas web de noticias en Bielorrusia", sostiene el CPJ.

El encarcelamiento de periodistas, escritores y defensores de los derechos humanos es una táctica eficaz para suprimir la libertad de prensa, señala el estudio sobre las herramientas de los "opresores online". Y es que la opresión en Internet se ha convertido en un arma de consecuencias catastróficas, pues los gobiernos con una larga experiencia en violaciones de derechos humanos ahora utilizan las herramientas online.

Mientras luchaban por mantenerse en el poder, los regímenes de Egipto y Túnez intentaron imponer la censura en la red. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, bloqueó Internet en enero tras las primeras señales de protestas populares en El Cairo, pero lo tuvo que desbloquear una semana después debido a la presión internacional.

También Libia y Bahréin intentaron perturbar la comunicación en Internet como respuesta a las exigencias populares de libertad. La Junta Militar de Myamnar, la antigua Birmania, bloqueó Internet durante la revuelta de 2007, y lo mismo hizo China en 2010 para intentar sofocar las protestas de grupos étnicos en la provincia occidental de Xinjiang, señala el CPJ.

Irán y China, que se sitúan en lo más alto del estudio en cuanto a detención de periodistas con 34 en 2010, han logrado bloquear con éxito el acceso a distintos portales en Internet y evitado que los ciudadanos utilicen determinadas palabras clave en los buscadores para seguir las noticias internacionales.

China, por ejemplo, retiró el concepto Revolución Jazmín, que hace referencia a la revolución tunecina que derrocó al presidente Zine al Abidine Ben Ali, y sus ingenieros instalaron malware (software malicioso) y software de espionaje utilizando el e-mail.

"Periodistas que informan desde y sobre China han sido víctimas de estos ataques, conocidos como "spear phising" (que literalmente significa pesca con arpón y consiste en el envío de mails fraudulentos), y la tendencia indica claramente que los objetivos fueron elegidos por su trabajo", señala el CPJ.

El año pasado, el uso del cibercrimen estatal en Túnez fue un paso más allá cuando la agencia del país que gestiona Internet redirigió a los usuarios a "páginas fraudulentas creadas por el gobierno en las que se exige darse de alta" para el uso de grandes proveedores como Google, Yahoo! y Facebook. Así, las autoridades podían robar sus nombres de usuario y contraseñas.

"Aunque las tácticas de cibercrimen parecen haber sido abandonadas con el colapso del gobierno de Ben Ali en enero, el nuevo Ejecutivo no ha renunciado por completo al control de Internet", apunta el informe. Y Siria, que continúa desplegando fuerzas militares contra los manifestantes, sigue siendo uno de los países más peligrosos para los blogueros.

En febrero, un tribunal sirio condenó a la bloquera Tal al Mallohi a cinco años de cárcel. La joven había sido arrestada en 2009, a la edad de 19 años, por llevar un blog sobre los derechos palestinos. Según el CPJ, el periodista digital Khaled Elekhetyar fue detenido en marzo durante una semana y el veterano bloguero Ahmad Abu al Khair fue arrestado por segunda vez en dos meses.

También en Rusia los periodistas digitales sufren una situación similar por la violencia que ejerce contra ellos el Kremlin. El año pasado, el famoso periodista financiero Oleg Kashin recibió una paliza tras ser arrestado que lo dejó en coma inducido durante un tiempo. Y a estos ataques se suma el asesinato en 2008 del editor de webs Magomed Yevloyev en Ingusetia.

Mientras, el gobierno de Bielorrusia controla con precisión la censura, el de Etiopía domina la infraestructura de Internet y el de Cuba bloquea el acceso a la red, señala el CPJ. En Cuba, sólo a un puñado de personas les está permitido el uso de Internet en sus hogares, mientras que el resto de la población debe conformarse con puntos de acceso controlados por el Estado.

lunes, 25 de abril de 2011

Un salto político con red

Arriba a la izquierda, Wael Ghonim, el directivo de Google que convocó 'online' la protesta egipcia, y el 'tweet' en que saludaba el triunfo de la revuelta. A la derecha, el bloguero chino Isaac Mao. Abajo a la izquierda, Claudia Cadelo, una de las voces más seguidas de la blogosfera cubana y la activista rusa Marina Litvinovich, azote del Kremlin.


La revuelta egipcia evidenció el poder de internet como arma de movilización social

Pocos imaginaban hace escasos meses el sentido que podría llegar a cobrar a nivel político la ya manida expresión "internet lo cambia todo".

La revuelta democrática en el mundo árabe ha puesto más que nunca de manifiesto el enorme potencial de la red como herramienta de movilización social. Las protestas en Túnez o Egipto, y la arriesgada lucha por los derechos humanos en China, Rusia o Cuba son ejemplos de campos de batalla adversos pero fértiles para que surjan audaces activistas políticos.

Una generación que ha encontrado en internet el arma perfecta para desafiar las restricciones a la libertad de expresión en sus países. Voces dispuestas a reivindicar el sentido esencial de la actividad política, demostrando que el liderazgo puede y debe ser puesto al servicio de la sociedad.

Y aunque algunas de estas batallas parecen perdidas de antemano, milagros de aún incierto desenlace como la caída de Hosni Mubarak en Egipto demuestran que, a veces, sólo hace falta que alguien prenda la mecha para que nos demos cuenta de que la voluntad popular cohesionada resulta imparable.

Wael Ghonim. Egipto

Sería absurdo atribuir a una sola persona el mérito de una revuelta como la egipcia. Pero sería también injusto no reconocer el determinante papel de Wael Ghonim en la convocatoria online de la protesta del 25 de enero, que terminó a los 18 días con un régimen de 23 años.

El jefe de marketing de Google para Oriente Próximo y Norte de África incubó la revuelta a través de la página de Facebook Todos somos Jaled Said, un homenaje al bloguero de 28 años muerto a manos de la policía secreta egipcia.

No obstante, Ghonim siempre ha tirado de modestia en sus declaraciones. "Nuestra revolución es como la Wikipedia. Todo el mundo contribuye en su contenido aunque no sepamos sus nombres. La Revolución 2.0 es exactamente lo mismo. Juntos dibujamos esta revolución en la que no hay héroes", explicó a la CBS.

Pero no fue internet lo que convirtió a este treintañero en el rostro visible de la oposición y le dio fama mundial. Al ser liberado tras pasar 11 días detenido en pleno auge de las protestas, su emotiva aparición televisiva, llorando por los jóvenes muertos en la revolución que había contribuido a iniciar, evidenció que la capacidad de impacto de la pequeña pantalla sigue siendo insuperable.

Isaac Mao. China

El principio de unidad del que habla Ghonim es el mismo sobre el que lleva años teorizando Isaac Mao, considerado el primer bloguero de China. Este arquitecto de software, conocido por su carta abierta a Google en que criticaba al gigante de internet por plegarse al sistema de censura del gigante asiático, es el padre del sharism o compartismo.

Utilizando conceptos de la neurología, Mao parte de la idea de que compartir está en la naturaleza humana, y defiende que gracias a la red el conocimiento estará al alcance de todos. "Cuanto menos compartes, menos poder tienes", afirma el joven cuyo blog tuvo que exiliarse a un servidor extranjero tras criticar el sistema de censura más sofisticado del mundo.

Mao sigue muy de cerca la revuelta en el mundo árabe y cree que la revolución llegará a su país en forma de un cambio de mentalidad de sus líderes.

Marina Litvinovich. Rusia

La veinteañera que en 2001 le explicaba a Vladimir Putin qué era eso de internet se ha acabado convirtiendo en una de las más feroces críticas del líder ruso.

Tras una fulgurante carrera en la consultoría política, Marina Litvinovich es hoy una de las blogueras rusas más influyentes e implacables con los excesos del Kremlin en el "simulacro de democracia" -como lo calificó hace poco Mijail Gorbachov- en que ha convertido el país la era Putin-Medvedev.

Litvinovich ha participado en la creación de varios diarios online así como de la web para dar a conocer su incómoda investigación de la crisis de rehenes de Beslan en 2004, en que el polémico asalto de las fuerzas de seguridad provocó la masacre de 300 personas, más de la mitad niños.Un esfuerzo que los poco familiarizados con el alfabeto cirílico podemos conocer gracias a los sistemas de traducción que incorporan algunos navegadores.

Al igual que la malograda Anna Politkovskaya, Litvinovich ha denunciado también la brutalidad de Moscú en el Cáucaso. Por ahora, ni las detenciones por participar en protestas opositoras ni la misteriosa paliza que sufrió en 2006 han logrado amedrentarla en su lucha contra los abusos de la oligarquía rusa.

La revolución que inquieta a la Revolución 

La fuerza de internet inquieta al anquilosado Gobierno cubano. Lo descoloca. En un primer momento, el régimen de los Castro optó por la censura a la vieja usanza ante la proliferación de blogs en que la disidencia halló vías de expresión inimaginables en los medios convencionales.

Una treintena de blogueros, como la irreductible Yoani Sánchez o la joven Claudia Cadelo, han encontrado en internet una ventana al mundo en que el mero retrato de la cotidianidad se convierte en la más demoledora crítica a un sistema que oprime y mantiene a su pueblo en la miseria.

El régimen trata ahora de contrarrestar el fenómeno inundando la red con blogs cuya retórica revolucionaria es a menudo muy agresiva.

También resulta sintomática la condena del Tribunal Provincial de La Habana del contratista estadounidense Alan Gross a 15 años de prisión, por su participación en un "proyecto subversivo de Washington contra Cuba". Según EE UU, Gross simplemente trataba de facilitar el acceso a internet a la pequeña comunidad judía de la isla.

El próximo julio, cuando se complete la conexión mediante fibra óptica entre Cuba y Venezuela, se multiplicará por 3.000 la capacidad de acceso a internet. Irónicamente, la Revolución 2.0 podría llegar a la isla a través de la hermana república chavista.

Marcel Llevat

Fuente: ADN

viernes, 1 de abril de 2011

Los blogs cobran cada vez más importancia


Los weblogs, blogs o ciberbitácoras son los diarios del futuro y su importancia en Internet está creciendo de una forma espectacular. Se han convertido en objeto de estudio y los medios de comunicación digitales han visto en ellos una nueva manera de acercarse a sus lectores.

Una nueva forma de comunicación está invadiendo la Red: son los weblogs, o más comúnmente llamados blogs. Según wikipedia, “un blog es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente…”.

Los blogs están creciendo vertiginosamente. Sus creadores, los bloggers, son oradores contemporáneos que de una forma sencilla pueden lanzar sus mensajes a la Red y, si tienen suerte, serán leídos por miles de personas.

Prueba de su repercusión es que están siendo ya estudiados en ámbitos académicos: en el I Congreso Internacional de Periodismo, celebrado recientemente en Valencia, hubo una mesa Redonda dedicada a los blogs; también Blogs. La conversación, un espacio de reflexión que tuvo lugar en la Universidad Politécnica de Madrid y donde diferentes profesionales se reunieron para hablar sobre estas ciberbitácoras. Asimismo, están creciendo las investigaciones como la de Adolfo Estalella, que se centra en el estudio de la sociabilidad humana en Internet.

Uno de los puntos sobre el que más inciden los investigadores es la comunidad que se forma alrededor de los lectores de un blog. La posibilidad de comentar y conversar acerca de cualquier artículo publicado crea una nueva forma de comunicación.

Los bloggers se nutren de otros blogs, insertando enlaces a otros e incluso en ocasiones aparecen conversaciones entre distintos blogs. La blogosfera es un espacio cada vez más amplio e interrelacionado.

Es ahora cuando se empiezan a hacer realidad lo que vienen a denominarse las webs 2.0, en las que el usuario cobra un protagonismo nunca visto antes. Se ha pasado del concepto original de la web -1.0-, en el que las páginas HTML no eran actualizadas frecuentemente, a la web 2.0, cuyo uso está orientado a la interacción y a la creación de redes sociales. La aparición de nuevas aplicaciones web, mucho más sencillas y accesibles, están modificando la manera de utilizar Internet.

En esta nueva etapa, los internautas cobran un papel activo. Si en un principio unos pocos escribían para que muchos los leyeran, ahora todo el mundo puede lanzar sus mensajes a la Red sin necesidad de ningún conocimiento informático. Tener un blog propio es incluso más sencillo que hacerse con una cuenta de correo. Basta un minuto –real, no es una expresión- para tener un blog.

Existen muchas páginas donde crear un weblog es tan sencillo como editar un texto: blogia, ya.com, lacoctelera o blogs.orange.

Referentes
El número de weblogs se multiplica. Sin embargo, hay ciertas bitácoras en la blogosfera española que se han convertido en todo un referente para los internautas. Es el caso de microsiervos.com, un blog de “de tecnología, divulgación científica o informática”, tal y como lo definen sus creadores.

Numerosos periodistas se han pasado a esta nueva forma de comunicación. Así, el coordinador de informativostelecinco.com, Ignacio Escolar, analiza cada día en escolar.net las noticias de actualidad y política. Es uno de los weblogs más leídos en español.

Otro periodista, en este caso el director del diario gratuito 20 minutos, también se ha lanzado a esta aventura. Se trata de Arsenio Escolar, que cada día nos descubre las interioridades del periódico. Otras bitácoras que analizan los medios son Arcadi Espasa y Periodistas 21 , blog del periodista Juan Varela.

¿Somos todos periodistas?
No hay duda de que los blogs se han convertido en una herramienta cada vez más extendida entre los profesionales de la información. Pero además, su ventaja radica en que todo el mundo sin excepción puede hacer uso de ellos. Permiten que cualquiera sea emisor de información, lo que plantea polémicas.

Las ciberbitácoras dan un aire fresco a la información, con un lenguaje mucho más directo llegan a un gran número de personas. Sin embargo, nadie controla los blogs y lo que allí se dice corre el peligro de convertirse en verdad consensuada. Ante este hecho, el ex director de elmundo.es, Gumersindo Lafuente, en Blogs. La conversación, subrayaba que ahí es donde reside la necesidad de ser críticos y seleccionar entre distintas fuentes.

No sólo los periodistas a título personal se han apuntado a crear sus propias ciberbitácoras; también los medios “tradicionales” han adoptado esta forma de comunicación cada vez más en boga. Así comenzó el diario gratuito 20 minutos en su versión digital. Posteriormente, se han ido sumando otros medios como informativostelecinco.es o elmundo.es.

A pesar de ello, en ocasiones los grandes medios han querido “apuntarse” a la moda del blog sin crear lo que en origen se concebía como tal. Son más artículos de opinión con la forma del weblog que una ciberbitácora como tal, ya que se prescinde de los enlaces en muchas ocasiones. Además, por supuesto, están las limitaciones impuestas por el propio medio en el que se publica.

¿Mítines en internet?
Los políticos se han dado cuenta de la creciente importancia e influencia de internet en la sociedad, por lo que no han tardado en apuntarse a la moda blog.

Son muchos los que cuentan con su propia bitácora: el secretario de organización del PSOE, Pepe Blanco; el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla; el portavoz del Partido Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores, Gustavo Arístegui; o Iñaki Anasagasti, miembro del PNV.

Los blogs pueden ayudar a democratizar la política, a hacerla llegar a más gente. Sin embargo, es complicado y puede caerse en la tentación de utilizar sus posibilidades para fines propagandísticos.

En definitiva, y siempre manteniendo una actitud crítica, los blogs ofrecen una oportunidad de contrastar información fuera de lo que se ha venido llamando los medios tradicionales. A su vez, a todo aquel que tenga algo que decir –y los que no también, por qué no- le permite expresarse con una libertad nunca vista antes y llegar a tanta gente como internautas haya. Una comunidad “virtual” que traspasa fronteras y que tiene mucho que decir…


María Polo Maestro

Fuente: Tiempo 

martes, 22 de marzo de 2011

Las Redes Sociales, una fuerte alternativa de información



En estos días es muy común escuchar de eventos que suceden en el país o en nuestra localidad, que por su magnitud, esperamos verlos en los principales medios de comunicación como son prensa, radio o TV, sin embargo nos sorprendemos, al darnos cuenta que no se comenta nada a ese respecto. Es por eso que me pongo a reflexionar sobre la información a la que tenemos acceso y me pregunto, ¿Quién decide que vemos y que no vemos?

Es común que los principales medios de información están controlados por algunas empresas y/o gobiernos y evidentemente, ellos deciden que comunicar y que no. Entiendo debe haber muchos motivos de diferente índole para que ellos tomen su decisión, pero no nos compete analizarlo.

Ahora bien, nos damos cuenta de acontecimientos que los principales medio no nos comunican, si bien sabemos que ellos mismo tienen presencia en diferentes Redes Sociales, suponemos que están enterados de la misma manera que nosotros nos enteramos por el mismo medio. Tal vez por cuestiones de espacio o algún otro interés esa información nunca llega a esos medios.

Frecuentemente nos sorprende que, noticias de poca trascendencia, comparado con lo que nos enteramos por comentarios o en las Redes Sociales, tienen una gran difusión en comparación con otros eventos de evidente trascendencia o bien nos damos cuenta que la noticia se maneja con otro contexto diferente al que se maneja en las redes.

En este aspecto, las Redes Sociales están superando a los medios tradicionales de información, mientras los grandes conglomerados de la información deciden que mostrarnos y que no, las Redes Sociales están, informando, corroborando o desmintiendo las notas que ellos nos muestran, inclusive vemos como las Redes Sociales son fuente de información para algunos medios, claro en algunas situaciones.

Este nuevo tipo de comunicación, en un principio fue desestimado, sin embargo al día de hoy se toma más en serio. Esto se debe a que las Redes Sociales se “auto-regulan”. Si bien es muy, pero muy, fácil comentar alguna nota que no es verdad, así como vuelan las primicias (ej. la muerte de Michael Jackson, así mismo se desmiente con la misma velocidad las noticias que no son reales.

Personalmente he sido testigo de este fenómeno, le ha mandado un twitt a un comunicador que esta al aire y lo comenta como una nota (no como un Tweet que le mando alguien) sin verificar si en realidad es verdad, pude haber dicho cualquier cosa, porque pasa eso?  Porque ahora hay más confianza es las Redes como fuente de información y además tienen otro aspecto que no es muy bien visto en los medios tradicionales, en las Redes Sociales se vale retractarse, WOW! Contra eso, es difícil que los medios tradicionales puedan competir, es mas cuando tienen que hacerlo, atribuyen que la nota era un rumor en una Red , principalmente Twitter o Facebook y comentan que ya se aclaró.

Y porque se “auto-regulan”?  Por el simple hecho de que no hay restricciones, en las Redes Sociales no hay un organismo que filtre la información que fluye por ellas, y por lo mismo, la verdad sale a flote. Personalmente considero que la mayoría de las personas siempre busca lo mejor para todos y los que tratan de dañar o perjudicar, gracias a dios, todavía son minoría.

El ser humano necesita comunicarse y compartir sentimientos.  Un ejemplo, si estamos en Facbook es como si estuviéramos en una reunión social, en una fiesta. Qué buscamos? Ser populares?, Relacionarnos?, Hacer amistades?, Hacer Negocios?, Quedar bien?, en cualquiera de los casos, si comentamos algo, lo último que deseamos es que alguien nos desmienta, en facebook estamos como en una reunión, pero nuestros comentarios están bajo el escrutinio de nuestros seguidores que invariablemente estarán conectados a internet y podrían investigar y corroborar lo que estamos comentando, por lo tanto, en impulso inicial es decir o comentar algo que no pueda ser cuestionable.
En las Redes Sociales, lo más valioso es el contenido, si aporta valor y es útil, trasciende, si no, se desecha, así de sencillo
Me llamó la atención una pregunta para el Foro Social Media en Facebook: “ Twitter es una Red Social o un Medio de Información?”  Desde mi punto de vista es ambos, tal vez no se creó como medio informativo, se está comportando como medio de información, pero de una forma totalmente nueva.

Desgraciadamente no está al alcance de todos, si bien los teléfonos celulares nos están acercando cada día más, la mayoría de la población esta ajena a estas “Herramientas de Información” en las que se han convertido las Redes Sociales.

Mi recomendación es que no descartes las Redes Sociales para informarte de lo que está pasando en tu país, en tu comunidad o en tu entorno, hoy en día, lo que nos muestran los medios, no necesariamente es lo más importante.

Por JoanKarlos

Fuente: dosensocial

Marketing: Las redes sociales en España y en el Mundo

jueves, 17 de marzo de 2011

Internet y la revuelta árabe

"¡Queremos libertad!"

Lo que está ocurriendo desde hace semanas en el mundo árabe es uno de esos fenómenos que moverán el andamiaje de la historia. Pero al margen de las consecuencias políticas que traerán estas revueltas y que solo podremos observar con detenimiento cuando pasen, al margen también de las consecuencias en el mercado energético y defendiendo que el futuro debería dirigirse hacia cotas aceptables de libertad, democracia y progreso económico, lo que sí que podemos asegurar es que internet ha sido clave para organizar protestas y esparcir el mensaje al mundo entero. Lo que en Occidente sirve a diario a millones de jóvenes para divertirse, en Libia por ejemplo, donde un tercio de la población tiene menos de 15 años y una proporción mucho mayor menos de 25, se ha utilizado para respirar libertad.

Según un estudio del Centro Internacional de Asistencia a los Medios de Comunicación (CIMA), en los países árabes las redes sociales han superado ya a los periódicos como fuente de información. En dicho informe se señala como solo Facebook tiene más usuarios (17 millones) que las 14 millones de copias de periódicos que se venden en la región. De todos los usuarios de redes sociales, cinco millones están en Egipto y las utilizan para poder seguir las noticias que más les interesan en lugar de dejarse guiar por el criterio de la prensa más oficialista. Y es que la mitad de la población se informa por internet frente a un 34% que lee la prensa escrita. Solo en dos semanas los usuarios de Facebook en el país gobernado hasta la fecha por Mubarak han creado 32.000 grupos. Además, según un estudio llevado a cabo por Google, en los últimos siete días lo que más se ha buscado en la red han sido noticias relacionadas con la revuelta en el mundo islámico, antes que música o imágenes.

Lo que están demostrando estos episodios es que las redes sociales no solo son capaces de informar a la opinión pública sino también de movilizarla, incrementar la transparencia y hacer tambalear a los regímenes. Los jóvenes de la revolución del 25 de enero, los que hicieron caer al dictador Mubarak, gestaron la hazaña en internet. Y es que la mayoría de los 160.000 blogueros que existen en Egipto tienen entre 25 y 30 años y el 30% de ellos escribe de política. Por este motivo, algunos gobiernos han acompañado en los últimos años la construcción de nuevas redes con otras medidas para controlar lo que se publica en la red, poniendo en el punto de mira a periodistas digitales. En Egipto, por ejemplo, hasta el momento existía un departamento de 45 personas encargadas exclusivamente de controlar lo que se publicaba en Facebook. Fue el caso del encarcelamiento del bloguero Andel Kareen durante cuatro años acusado de haber insultado al Islam y difamado contra Mubarak. Sin embargo, pese a esta represión, el número de blogs ha ido creciendo en los últimos años. En 2009, en los países árabes había activos alrededor de 35.000 blogs y a final de 2010 ya funcionaban unos 40.000. Frente al monopolio de los medios tradicionales, la región está viviendo una irrupción de nuevos medios digitales más libres y un incremento del interés por parte de los ciudadanos árabes, que se estima superen los 100 millones de internautas para 2015 frente a los 40 actuales.

La resistencia de Gadafi, las dimisiones de los presidentes egipcio y tunecino, las posteriores celebraciones del país se han podido seguir en directo a través de las televisiones, radios y páginas web de los diarios de todo el mundo pero lo más importante también a través de los comentarios, imágenes y vídeos que los protagonistas y espectadores de los acontecimientos han colgado en medios como Twitter, Facebook y Youtube.

En este último caso, solo en las primeras 24 horas después de la dimisión de Mubarak se habían subido 3.470 vídeos referidos a Egipto y 2.740 al líder derrocado. Entre los vídeos más vistos, las escenas de la gente en la plaza de Tahrir o las declaraciones del presidente de EE.UU.. En el caso de Túnez, los primeros días de la revolución, la foto que muchos internautas árabes eligieron para su perfil de Twitter fue la de Mohamed Bouazizi, el joven que se inmoló y que encendió la mecha de las protestas. Semanas después, cuando la plaza de la Liberación de El Cairo se llenó por primera vez de manifestantes, las fotos de Bouazizi fueron sustituidas por banderas. Por si fuera poco, desde que comenzara la revuelta de Egipto el consumo de los juegos on line en la zona ha descendido un 50%. Otro ejemplo, en Wikipedia, minutos después de confirmarse la dimisión de Mubarak, los editores ya habían cambiado la información y donde antes podía leerse "presidente de Egipto", pudo observarse "Hosni Mubarak, político y militar, fue presidente de la República Árabe de Egipto". Todo esto demuestra que la revolución digital crece veloz. La tercera parte de la población mundial ya es internauta. Facebook ha conectado a casi seiscientos millones de personas en todo el mundo. Los mensajes ya no son cosa de las operadoras, sino de Twitter, que procesa 60 millones al día. De Youtube, donde vemos a diario 1.900 millones de vídeos. En el fondo, subyace la idea de que la gente tiene ganas de crear. De comunicar. Las barreras de generación de contenidos se han reducido a la mínima expresión. Y en este punto, el concepto de actualidad puede que esté cambiando desde hace tiempo.

Poco a poco se ha ido estableciendo en las mentes la idea de que la importancia de los acontecimientos es proporcional a su riqueza en imágenes. O, por decirlo de otro modo, un hecho que se puede mostrar es más fuerte, más eminente que el que permanece invisible y cuya importancia es abstracta. Es el nuevo orden social. Las palabras o los textos no valen tanto como las imágenes. Y al concepto de actualidad se le une la transformación del concepto de la veracidad de la información. Ahora un hecho es verdad no porque responda a criterios, rigurosos y verificados en sus fuentes, que también; sino porque además todo el mundo se haga eco de él. Los jóvenes de Egipto, Túnez y Libia han conseguido que si algo pasaba, uno de ellos estaba allí para grabarlo y después contárselo al mundo. Hace un año, también se encontraban ahí pero no eran noticia. Hoy con internet, las cosas han cambiado.

Por Andoni Orrantia
Fuente: Deia